La
masiva proliferación de equipos electrónicos en
las oficinas y casas de los ciudadanos ha provocado que no sepamos
qué hacer con ellos cuando se quedan anticuados o llegan
a ser simple chatarra. Algunos ayuntamientos españoles
preparan proyectos para intentar dar una salida a este tipo
de residuos y conseguir su reciclaje y reutilización.
La imagen de
ordenadores semidestrozados arrojados en los contenedores de
obras, televisores rotos en las cunetas de las carreteras e
incluso grandes frigoríficos tumbados en los descampados
como si de monumentos a la tecnología se tratase, forman
ya parte del paisaje urbano y periurbano
Tipos
de residuos
Linea blanca:
Los residuos tecnológicos se clasifican en tres colores.
La línea blanca se refiere a frigoríficos, lavadoras,
lavavajillas, hornos y cocinas.
Linea
marrón:
Son los televisores que la gente desecha. Al margen de los que
la gente tira por su cuenta, se retiran unas 1.108 televisiones
al año.
Linea
gris: Son los
ordenadores y equipos informáticos en general. Todavía
no suponen el grueso de los vertidos de tecnología, pero
llegarán a serlo.
Contaminantes:
Los equipos electrónicos contienen elementos contaminantes
que pueden ser peligrosos para la salud y el medio ambiente
como el silicio, que forma parte de los procesadores informáticos,
el gas de los frigoríficos o el fluor del interior de
los tubos fluorescentes.
Teléfonos móviles:
Suponen un verdadero problema, ya que en su diseño se
encuentran cristales líquidos que suelen estar fabricados
con materiales muy contaminantes. Además sus baterías
también tienen elementos tóxicos. Se piensa, además,
que las células que les hacen funcionar emiten radiacciones
no controladas.
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