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Compubasura
Un creciente problema por resolver
Pedro Allende Rosales
Cada dos o tres años se actualizan los equipos de cómputo, o parte de ellos, tanto en el ámbito doméstico como empresarial y gubernamental. La reposición completa de computadoras personales, ya obsoletas o en vías de obsolescencia, implica toneladas de equipo de cómputo, periféricos y consumibles, “tirados a la basura” sin que los gobiernos y la industria de reciclaje tomen medidas al respecto.
Debido a su corta vida útil, toda la basura computacional: monitores, teclados, ratones, bocinas, impresoras, discos, cartuchos, tintas, accesorios y cables de todos tipos; se convierte en un gran problema ambiental, proporcional a la región de la que se trate, sean países altamente industrializados o naciones en vías de desarrollo.
La rápida obsolescencia de los equipos, consecuencia del tremendo desarrollo informático y el diseño de nuevos equipos, provoca que los países ricos los arrojen en sus correspondientes traspatios de manera temporal para, finalmente, enviarlos a diferentes naciones en desarrollo. Se trasladan así, no sólo equipos en vías de obsolescencia, sino todo un complejo y creciente problema de contaminación ambiental con materiales tóxicos.
Parte del equipo desechado lo aprovechan algunas empresas dedicadas a realizar donaciones masivas de computadoras usadas, lo que permite a las regiones subdesarrolladas contar con equipos —útiles por un tiempo en sus diarias jornadas laborales—, aunque no con tecnología de punta.
Se desconoce el número de computadoras personales que se han fabricado en los últimos 10 años, pero, según estimaciones de organismos relacionados con la informática, en los próximos tres años, alrededor de 450 millones de computadoras pasarán a ser obsoletas, lo que implicará más de nueve millones de toneladas de componentes en los basureros.
Compubasura es un concepto que surge a raíz de los desperdicios y desechos de la industria de la computación, y se refiere a cualquier computadora, accesorio, dispositivo periférico o consumible que se encuentra almacenado o en desuso, en la basura o en algún relleno sanitario.
Ahora bien, lo realmente preocupante no es solo el volumen que ocupan dichos desechos, el cual es significativo y en sí mismo representa un importante problema; lo grave es el hecho de que muchos de los componentes de fabricación comprenden sustancias tóxicas y contaminantes del aire, cuyas filtraciones pueden llegar a aguas subterráneas, sin olvidar los kilos y kilos de plástico.
Aunque a corto plazo no se vislumbra mitigar y solucionar por completo el problema, se necesitan acciones individuales, sociales y de gobierno, así como la inclusión de la industria fabricante de estos equipos para promover el reuso y reciclado de partes de computadoras personales y dispositivos periféricos.
Se debe considerar que no todo el equipo que se desecha se reusa, recicla o dona; buena parte se tira a la basura, por ello, hay que tomar en cuenta el ciclo de vida del equipo donado y recibido en donación para que realmente sea de utilidad y no enviar la chatarra a otra persona, empresa, institución o país. Cuando se prevea reemplazar los equipos, se recomienda donarlos a un vecino, una escuela o a una organización que los necesite.
En el caso hipotético en el cual las empresas utilizaran componentes reciclables, no existe en el mundo un centro donde éste se pueda depositar y dicha situación queda de manifiesto en el “...intento de la ICL, fabricante de computadoras en Gran Bretaña, quien mostró interés en ofrecer un producto que pudiera ser reciclable. Hace una década, esta empresa aseguró que sus nuevas computadoras personales eran 95% reciclables, sin embargo, ni la industria ni el gobierno tenían la infraestructura preparada para procesar el equipo que ICL le llevaba para reciclar”. Esta situación puede aplicarse a nuestros países de América Latina.
Según un estudio realizado por la Carnegie Mellon University, a nivel mundial, en 1995, se desecharon 25 millones de computadoras y en el 2001 el número ascendió a 150 millones de unidades.
Reducción, reuso, donación y reciclaje son acciones que deberán implementarse para solucionar paulatinamente el problema de la Compubasura, la cual por sus componentes —vidrios, plásticos, termoplásticos, metales no ferrosos, plomo, cadmio y mercurio, etcétera—, exige atención por parte de la sociedad.
BASURA TECNOLOGICA http://www.info7.com.mx/noticia.php?id=35398&secc=10 |
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